viernes, 17 de diciembre de 2010

En tiempos de mala magia.


En cada elección hay una perdida, y en cada perdida el recuerdo eterno de lo que no pudo ser. En el amor infinitas ganas, y en el desamor toda la melancolía de lo que alguna vez fue. En el olvido lo intrascendente, en el recuerdo todo lo que quisiéramos olvidar. Y en el tiempo, la verdad. Solo en el tiempo. Porque sólo lo verdadero perdura, y todo el resto simplemente muere...

5 comentarios:

Con Edulcorante y Al revés dijo...

Me encaantó el titulo de tu entrada (:
Tiempos de mala magia me hizo acordas a magia de cartón, nose.

Igual.. yo siempre digo que no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sicedió, bah.. en realidad lo dijo Sabina y se me metió en la cabeza.
Pero de todo lo pasa, que nos llega, que nos toca el nervio, el tiempo se encarga de arrastrar sólo eso con el correr de los minutos, días y años.. sea bueno o sea malo, no que no toca hondo, es lo que queda.

PD: Las pastillas dicen tantas cosas! ;)

Saludos para voce!

Gabriel Martínez dijo...

Si, eso es verdad... pero si no hubieras elegido una cosa hubieras perdido otra... es mejor no pensarlo demasiado, como bien han dicho arriba, la chiquilla de violeta, que ya es la segunda vez que lo hace... "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió", de vuelta con el "gallego"

un abrazo
salut et gratia

Gabriel Martínez dijo...

p.d. con variopinto me refiero a que es un lugar lleno de cosas diferentes

Anónimo dijo...

En tiempos de mala magia... y mirá lo que serán las casualidades!
Ayer estaba hablando de lo triste que puede llegar a ser entender todos los por qué.
Del sabor metálico e inútil que algo asi le dejaría al sentido de las cosas.
Como cuando nos explican un truco de magia. Y toda esa emoción que el enigma nos provoca se pierde en ese segundo de realidad devastadora.

No puedo comentar nada acerca del tema de tu entrada.
Te juro que las únicas veces que me he quedado sin palabras ante un texto ha sido frente a Saramago. Mirá lo que te estoy diciendo!

De una excelencia brutal!

Ana dijo...

Internet me ha hundido en la desgracia del anonimato vaya uno a saber por qué...