martes, 12 de abril de 2011

Celebración de la voz humana II.


¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?
La dictadura uruguaya quería que cada uno fuera nada más que uno, que cada uno fuera nadie: en cárceles y cuarteles, y en todo el país, la comunicación era delito. Algunos presos pasaron más de diez años enterrados en solitarios calabozos del tamaño de un ataúd, sin escuchar más voces que el estrépito de las rejas o los pasos de las botas por los corredores. Tenían las manos atadas, o esposadas, y sin embargo los dedos danzaban, volaban, dibujaban palabras. Los presos estaban encapuchados; pero inclinándose alcanzaban a ver algo, alguito, por abajo. Aunque hablar estaba prohibido, ellos conversaban con las manos. Pinio Ungerfeld, me enseñó el alfabeto de los dedos, que en prisión aprendió sin profesor: -Algunos teníamos mala letra- me dijo-. Otros eran unos artistas de la caligrafía. Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof, condenados a esa soledad, se salvaron porque pudieron hablarse, con golpecitos, a través de la pared. Así se contaban sueños y recuerdos, amores y desamores, discutían, se abrazaban, se peleaban, compartían certezas y bellezas y también compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuesta. Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

Eduardo Galeano, El libro de los abrazos.

Madres y familiares de DetenidosDesaparecidos convocan este martes 12 de abril a partir de las 9 y 30 horas a concurrir al Palacio Legislativo a presenciar en las barras y escuchar en la explanada del Palacio, la sesión del Senado que trata el Proyecto Interpretativo de la Ley de Caducidad.

miércoles, 6 de abril de 2011

Lanterna dos afogados.



"Uma noite longa, pra uma vida curta, mas já não me importa, basta poder te ajudar. E são tantas marcas, que já fazem parte, do que eu sou agora, mas ainda sei me virar. Eu to na lanterna dos afogados, eu to te esperando, vé se não vai demorar" -Os Paralamas Do Sucesso y Legiao Urbana, 1990.-

La casa de al lado.



"Que nadie se ponga en mi lugar, que nadie me mida el corazón"

Versión original: Fernando Cabrera.