lunes, 24 de octubre de 2011

-El proceso mariposa-


Equiparse para la soledad es la tarea. Buscar un lugar donde las nuevas realidades no se contagien de las viejas, evitando que tomen contacto con los residuos que el tiempo olvidó evacuar. Casi siempre, lo nuevo comienza a marcar terreno y lo primero que determina es un diagnóstico del alma. Hasta entonces, el aire viciado ya es una adicción irresistible que todos los días pide un poco más, un hechícero elixir que se alimenta de los banquetes por la nostalgia. De esta manera yacen a diario las mal educadas esperanzas que quedan sin rumbo, perdidas en esos espacios de donde nada vuelve. Aquellos que solo aspiran a ser parte de este funeral descubrirán que el llanto es un gran manantial y se perderán las primeras señales de vida del "proceso mariposa", no conseguirán parir los nuevos días dentro del sólido capullo tejido por las emociones que siempre llegan, no importa cuándo. Muta la larva hasta convertirse en vulgar gusano y este en hermosa mariposa. Crece la semilla entre las ruinas para ser el tallo que traerá la flor. Equiparse para la soledad es la tarea. Abrir los ojos al presente y permitirse ensayar el vuelo, porque los sueños solo despiertan, cuando escuchan aleteos...

domingo, 23 de octubre de 2011

-Oktubre-


Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me da pena la vida, los cambios de sentido, las señales de stop y los pasos perdidos. Me agobian las medianas, las frases que están hechas, los que nunca saludan y los malos profetas. Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra y los necios de espíritu. Me entristecen quienes me venden clines en los pasos de cebra, los que enferman de cáncer y los que sólo son simples marionetas. Me aplasta la hermosura de los cuerpos perfectos, las sirenas que ululan en las noches de fiesta, los códigos de barras, el baile de etiquetas. Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la línea recta. Me enervan los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto tráfico y tanto sinsentido, parado frente al mar mientras que el mundo gira. Ideario. Francisco M. Ortega Palomares