martes, 4 de agosto de 2015

Julio...

...Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace... Eduardo Galeano.

sábado, 20 de septiembre de 2014

-Historias inconscientes-

El inconsciente es ante todo una curiosa memoria [...] cuando se trata de un recuerdo inconsciente, su lugar de aparición no es necesariamente la mente. Puede manifestarse a través de actos impulsivos, como una serie de torpezas o incluso por una elección amorosa. Hablando con propiedad, es vuelta al pasado no es mental sino en acto. En los asuntos del corazón no elegimos sino lo impuesto y no queremos sino lo inevitable. -Vidas al límite- Gabriel Rolón.

jueves, 4 de septiembre de 2014

lunes, 24 de septiembre de 2012

El amor después del amor

A veinte años del después de "El amor después del amor"... Arte por excelencia. Por muchos más! Con la maestría y genialidad de siempre.

sábado, 18 de agosto de 2012

-Agosto-

Yo llevaba encima quince o veinte copas, ella odiaba los borrachos, como yo, pero aquella noche, el rey de la farlopa, quiso quitarle la ropa y ella no dijo que no. Y aunque no conseguí olvidarme de tí. Sin pasión ni reproches, decidí envejecer... No acostumbro a exhibir. Nunca saco a pasear el corazón. -Joaquín Sabina-

jueves, 9 de agosto de 2012

-Hay caminos que hay que andar descalzo-

-Las ideas sugieren pero las acciones sentencian-

martes, 24 de julio de 2012

-Los siete pecados capitales-

De rodillas en el confesionario, un arrepentido admitió que era culpable de avaricia, gula, lujuria, pereza, envidia, soberbia e ira: Jamás me confesé. Yo no quería que ustedes, los curas, gozaran más que yo con mis pecados, y por avaricia me los guardé. ¿Gula? Desde la primera vez que la vi, confieso, el canibalismo no me pareció tan mal. ¿Se llama lujuria eso de entrar en alguien y perderse allí adentro y nunca más salir? Esa mujer era lo único en el mundo que no me daba pereza. Yo sentía envidia. Envidia de mí. Lo confieso. Y confieso que después cometí la soberbia de creer que ella era yo. Y quise romper ese espejo, loco de ira, cuando no me vi. -Los siete pecados capitales- Eduardo Galeano.

lunes, 9 de julio de 2012

-Puede criticar el que no sabe quien sos-

La cara de la hipocresía es la que no te mira a los ojos, la que sabe la verdad y no puede levantar la mirada. Es la cara del que no puede admitir su error. Es la cara del que habla por hablar, la cara del que puede criticar sin saber quien sos. Pocas veces ves caras, algunas veces ves caretas y la gran mayoría sólo "ves" voces, voces que te critican sin sacarse la careta. Esas voces que callan ante la verdad y juegan con la mentira, con su mentira para poder ensuciarte. Pero son voces limitadas, "limitadas en conocimiento", limitadas en sabiduría, en fin simplemente limitadas. Por eso son voces que sólo harán eco, porque al fin y al cabo sólo escucharan sus propias palabras una y otra vez hasta que la pared se canse de devolverles su referencia...

domingo, 1 de julio de 2012

Cien días.

"La mitad de nuestra vida transcurre de noche y hay quien piensa que es la mejor mitad "supongo" que porque la noche debilita los corazones, no lo sé, el caso es que aquella noche eramos varias soledades, buscandonos... Hay quien dice que la buena gente duerme mejor que la mala gente, lo que pasa es que la mala gente se lo pasa bastante mejor cuando esta despierta y por eso en aquel garito se lo estaban pasando tan bien, aunque no estoy muy seguro, porque aveces los peores antros, a las peores horas, estan llenos de la mejor gente y yo creo que así era, porque allí estaba ella, al final de la barra, jodida y radiante. y yo me enamoré... ¿Quién no se ha enamorado al pie de una barra? el caso es que trate de raptarla pero fue muy dificil. Lope de Vega dice que el amor tiene fácil la entrada y dificil la salida, y aquél garito debía pasarle algo parecido porque aquella mujer, llevaba muchas noches enterrada en aquel bar, y muchos días... cien días"

lunes, 18 de junio de 2012

-Los hijos de los días-

-Febrero 19- Quizás Horacio Quiroga hubiera contado así su propia muerte: Hoy me morí. En el año 1937, supe que tenía un cáncer incurable. Y supe que la muerte que me perseguía desde siempre, me había encontrado. Y enfrenté a la muerte, cara a cara, y le dije: -Esta guerra se acabó. Y le dije: -La victoria es tuya. Y le dije: -Pero el cuándo es mío. Y antes que la muerte me matara, me maté. -Eduardo Galeano- De cada día nace una historia.