lunes, 28 de noviembre de 2011

-Se vá, se vá, se fué-


-Vaya uno a imaginar en dónde y cuándo, el tiempo se hará polvo en la espesura, mientras tanto avanzamos y avanzamos, con las manos atadas inexorablemente, en un sueño más o menos terroso, si al fin llega el clásico amanecer, con sus destellos de otras temporadas y ya sin dudas ni estupores, sabemos que las manos están libres y los dedos se atreven con la gimnasia sueca, no está mal admitir que palpitamos y meternos la muerte en el bolsillo, después de todo, si, después de todo, es la mentira más estimulante, que nos decimos sin proferir hurras y la felicidad tal vez consista en eso en creer que creemos lo increíble. -Mario Benedetti-

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